sábado, 17 de marzo de 2012

Después del parto, ejercicio con cuidado


Hacer ejercicio después del parto puede convertir en "crónicas" las pérdidas de orina. Esta teoría se desprende de un informe llevado a cabo desde el Hospital Internacional Xanit de Benalmádena (Málaga). Te lo detallamos:

La práctica de ejercicio físico inadecuado (abdominales o saltos) durante las primeras semanas después de dar a luz "impide la recuperación de las estructuras musculares que componen el suelo pélvico responsables de haber soportado el peso del embarazo", lo que en última instancia puede provocar que las pequeñas pérdidas de orina, frecuentes en este periodo, se conviertan en "crónicas" afectando a la calidad de vida de la mujer, según señaló el responsable de Estudios Urodinámicos y Reeducación Uro-Ginecológica del Hospital Internacional Xanit de Benalmádena (Málaga), Francisco Milla.

La pérdida del control de la vejiga se caracteriza por una serie de
síntomas que pueden ir desde la fuga de orina leve hasta la salida abundante e incontrolable de ésta. Se trata de una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por su repercusión en la calidad de vida del paciente, y se produce como consecuencia de una alteración en la fase de llenado vesical que se presenta en numerosas enfermedades, según informó hoy la clínica malagueña.

UNA EXPLORACIÓN IMPORTANTE
En este sentido, para comprobar el funcionamiento de la vejiga y de la uretra se llevan a cabo estudios urodinámicos con la finalidad de "estudiar el comportamiento de la vejiga, tanto durante el llenado de ésta como durante la micción", apuntó Milla. Este tipo de estudios resulta "clave en todas las patologías que cursan con alguna obstrucción del tracto urinario inferior e imprescindible para diagnosticar cualquier tipo de incontinencia urinaria evaluando el tratamiento reeducador más adecuado", señaló.

La exploración urodinámica es una técnica indolora que no requiere anestesia y se realiza de forma ambulatoria. Consiste en la introducción de un catéter de pequeño calibre a través de la uretra que permite medir la presión dentro de la vejiga y del esfínter, al mismo tiempo que se coloca una sonda en el recto con el objetivo de medir la presión abdominal.

Fuente: Runners.com
Foto: Fuente Externa

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