Por Jorge Ariel García
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Correr es sencillo, sólo debes poner un pie frente al otro de manera rápida. En términos de atletismo, entendemos que estamos corriendo cuando, a diferencia del caminar donde un pie siempre está en contacto con el piso, tenemos ambos pies en el aire al mismo tiempo. En ambas definiciones se nota una violencia superada sólo por lo que está pasando en el interior de nuestro cuerpo.
La sangre se mueve rápidamente como un chorro através de las venas y las arterias, como si fuera transporte público viajando de un pueblo a otro; dentro de las células musculares la glucosa es quemada a un ritmo impresionante por la mitocondria (la mitocondria es el motor de la célula, el núcleo es donde está todo el material genético) y es combinada con moléculas de oxígeno.
Y es que desde el punto de vista del cuerpo, el correr es un proceso de deterioro físico, lo bueno es que ese daño se repara, por lo que consideramos el repetir el proceso tan pronto haya pasado dicho deterioro.
La anticipación.
Una carrera comienza a afectarte antes de la salida; por ejemplo, el simple hecho de saber que pronto estarás compitiendo incrementa el flujo sanguíneo a los músculos que usaremos. De igual manera, el uso de oxigeno y la adrenalina, también es mayor.
El inicio de la carrera hace que el cuerpo cambie como respuesta al acto de correr; notamos, la regulación de la temperatura corporal (sudor), la transportación y uso de combustible (glucosa), y el desgarre muscular. Si el sudor no es suficiente para combatir la temperatura entonces el cuerpo recurre a regular la intensidad, es por esto que en días calurosos nuestro rendimiento sufre.
El combustible.
Algo que sucede sin ponerle mucho asunto es el suministro del material gastable a los músculos. Un hombre promedio (180lbs.), consumirá unas 900 calorías al correr 10k en 50minutos; eso es un alto nivel de intensidad que será posible gracias a la adaptación por el entrenamiento, y a la optimización de las funciones biológicas al usar el glicógeno almacenado en los músculos y el hígado.
Esas 900 calorías serán fácilmente almacenadas en el cuerpo, pero esa azúcar simple es soluble en el agua que estamos perdiendo como sudor. Por esto, necesitamos ingerir suficiente agua al hacer ejercicio para ayudar a que el cuerpo use su combustible, y que al mismo tiempo regule la temperatura que genera al quemar dicho combustible. Un saludo a mi profesor de Química.
Desgarre de la fibra muscular es, en mi opinión, el trauma más grande por el que pasa el cuerpo al completar una carrera de alto esfuerzo. Dicho estrés proviene porque los músculos están siendo halados en direcciones opuestas, al mismo tiempo.
Además, el cuerpo entra en catabolismo (el uso de los aminoácidos almacenados como músculos), la proteína no es el combustible preferido del cuerpo, pero cuando los carbohidratos (glucosa almacenada como grasa y glicógeno en el hígado) se están agotando, y debido a la escasez, el cuerpo no tiene más remedio que usarla. No es que el cuerpo cambia de fuente de energía, sino que comienza a usar un 15 % más de otras fuentes.
Vale decir que el catabolismo es la razón por la cual los fisiculturistas no realizan ninguna forma de entrenamiento de resistencia.Todos hemos visto a una persona musculosa corriendo bien lento y por poco tiempo; ese atleta, busca que la mayor parte de sus calorías provengan de la grasa y no de los músculos que él trabaja para construir en el gimnasio y con la alimentación. Existen maneras de retrasar y opacar un poco el catabolismo, pero ese es otro artículo.
La carrera más larga de mi vida.
Si has competido en una carrera de cualquier distancia, sabes que esos últimos kilómetros son una experiencia única de agonía, triunfo, cuestionamiento de la salud mental propia, y de nombramiento de parientes cercanos del amigo que te llevó a la carrera con la promesa de que “lo haces fácil”.
La fatiga y la pérdida de eficiencia al pisar incrementan con cada segundo que pasa, mientras más cerca estás de la meta más difícil se hace el levantar los pies con autoridad. Todo esto es debido a que el cuerpo quiere conservarse en respuestas a los estímulos del corazón, pulmón y piernas que le dicen que están trabajando a un alto nivel.
El cerebro mismo sufre de agotamiento y bajos niveles de glucosa en la sangre, cambiando nuestro estado de ánimo. Literalmente, mente sobre materia.
¿Ahora qué?
Al terminar la carrera, el cuerpo busca normalizarse y después repararse; en ese momento es crucial lo que se ingiere, ya que el tipo de combustible y su calidad deben entrar en cuenta. Bebidas energizantes, frutas, jugos naturales y hasta cerveza sirven para llevar azúcares simples rápidamente al cuerpo, y así volver a llenar los niveles en la sangre y al hígado de combustible. Pero no es suficiente.¿Recuerdan las fibras musculares desgarradas? Ellas necesitan reconstruirse, los músculos están hechos de amino ácidos que son la base de las proteínas, así que para reparar los músculos necesitamos consumir alguna fuente de proteína.
El correr no es sencillo ahora que lo analizamos, requiere de muchos procesos para que sea posible, pero lo mejor de todo es que esos eventos ocurren sin que nos demos cuenta. Así que sal y corre, pero ten en cuenta que si no comiste en las últimas 3 horas puede ser que no rindas lo suficiente; que si no bebes agua, estás fallando en ayudarte a consumir las reservas de energía; y que cuando termines debes rellenar el tanque con el combustible indicado.