La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) tiene que mantener un equilibrio entre llevar el deporte a nuevos mercados y mantener su popularidad en Europa Occidental, dijeron las autoridades del deporte antes de la decisión de esta semana sobre la elección de la ciudad sede del Mundial de atletismo de 2017.
La elección está muy igualada entre Londres, que
será anfitriona de los Juegos Olímpicos el año que viene, y Doha, y la IAAF anunciará su decisión el viernes tras una votación en Montecarlo. Moscú será sede del Mundial dentro de dos años y después será Pekín en 2015. La ciudad surcoreana de Daegu fue anfitriona del evento este año, después de Berlín en 2009."Apreciamos a nuestros colegas de Doha (...) pero el campeonato ha estado bastante lejos de Europa (Occidental) y pensamos que sería bueno que regresara aquí para mostrar de nuevo el nivel del atletismo al público europeo", dijo a Reuters Patrick Magyar, director de la reunión anual de la Weltklasse, que se celebra en Zúrich.
Magyar dijo que aunque la IAAF tiene la tarea de "promover el atletismo como una presentación a nivel mundial", elegir a Doha frente a Londres afectaría la exposición del deporte en Europa. "Si el atletismo pierde popularidad en sus mercados más fuertes, y nosotros somos uno de ellos en Europa, obviamente eso le va a afectar", afirmó. "Pensamos que la IAAF haría bien en mantener un equilibrio entre el desarrollo, por un lado, y el apoyo de los mercados fuertes, por otro", añadió.
Tanto el director de la reunión de Hengelo, Jan Arie Bijl, como el del encuentro de Estocolmo, Rajne Soderberg, opinaron que la IAAF no podía seguir manteniendo el Mundial lejos de Europa Occidental por mucho tiempo.
"Comercialmente sería mejor para nosotros si fuera en Londres", admitió Bijl. "Sería bueno para el atletismo y para nuestras reuniones si fuera en Europa Occidental", continuó.
Soderberg, que es presidente de Euromeetings - un grupo de representantes de los eventos más importantes de Europa -, dijo que si Doha salía victoriosa el viernes, el siguiente Mundial en 2019 tenía que volver a Europa.
"Tenemos los Juegos Olímpicos de Londres 2012, así que no es tan terrible si (el Mundial) va a Doha, pero no puede estar fuera de Europa siempre", declaró Soderberg a Reuters.
"Es mejor tenerlo en Europa (...) hay más interés de los espectadores y, si se mantiene lejos de Europa durante muchos años, ese interés podría verse afectado. Sé que fue difícil para aficionados en Suecia ir a Daegu. Eso por supuesto afecta el interés general", concluyó.
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