Corredor agotado. |
Con la llegada del calor los entrenos
se vuelven algo más duros, a pesar de el aliciente del buen tiempo. Es
importante no cometer el terrible error de la eufória veraniega y lanzarse a
recorrer kilómetros con ansia desmedida, sin control y sin lógica. La temperatura
corporal se regula mediante el hipotálamo, es un mecanismo muy preciso que no
permite excesivas variaciones, pues un incremento de aproximadamente 4 grados
en nuestra temperatura corporal normal pueden ser muy perjudiciales e incluso
resultar mortales.
Al iniciar nuestra sesión la temperatura corporal
comienza a subir gradualmente, este incremento es controlado por el hipotálamo
que pone en marcha los mecanismos necesarios para evitar un aumento excesivo de
la temperatura, digamos que es nuestro termostato personal y corporal. Uno de
estos mecanismos es la sudoración, que mediante un aumento de la vasodilatación en la piel permite la pérdida de calor por el contacto con el aire. Este mecanismo es menos importante en ambientes calurosos, debido a la poca diferencia existente de temperatura entre nuestro cuerpo y el exterior.
estos mecanismos es la sudoración, que mediante un aumento de la vasodilatación en la piel permite la pérdida de calor por el contacto con el aire. Este mecanismo es menos importante en ambientes calurosos, debido a la poca diferencia existente de temperatura entre nuestro cuerpo y el exterior.
Por lo tanto, cuando hay mucho calor se produce una
vasodilatación de la piel que aumenta el riego sanguíneo lo que permite
facilitar la pérdida de calor. Esto puede provocar una pérdida excesiva de agua
y sales lo que traería como consecuencia una disminución en el retorno venoso y
un menor volúmen sistólico, con lo cual, la frecuencia cardíaca debe aumentar
para mantener el aporte de oxigeno necesario. Todo esto se traduce en un mayor
esfuerzo del sistema cardiovascular.
Por lo tanto podemos tomar las siguentes
precauciones:
1-
Realizar una hidratación correcta. 250
ml de agua por cada 15 minutos de carrera antes y después de la sesión, a ser
posible 30 minutos antes de la misma y al acabar la misma.
2-
Usar ropa ligera que
permita la transpiración y nos proteja de la radiación solar. ¡Cuidado con el
uso de plásticos con la intención de perder peso de forma acelerada!, esto no
es recomendable ni con frio y mucho menos con calor, ademas de ser totalmente
inútil.
3-
Reducir la intensidad, la carga o aumentar los tiempos de descanso, sobre todo si el atleta no esta aclimatado a un
ambiente húmedo y caluroso.
4-Beber
agua o algún compuesto electrolítico cada 20 minutos, a pequeños sorbos y no en
excesiva cantidad, unos 150 ml aproximadamente.
5-
No exponerse demasiado tiempo al sol y realizar nuestra sesión con alguna protección,
gorra o similar.
Personalmente aconsejo una bebida electrolítica
casera y de fabricación muy simple:
1 litro de agua.
5-6 cucharadas pequeñas de azucar en verano 10-12
en invierno.
1/3 de una cucharadita de sal.
El zumo de un limón.
Fuente: http://www.mundoatletismo.com
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