Por Ezequiel Agterberg
ESPNdeportes.com
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Los casos de doping más recordados en la historia de los Juegos Olímpicos
Johnson, un escándalo en los 100 metros de Seúl '88 |
BUENOS AIRES -- Con el correr de los
años, el gran negocio de las empresas y la competitividad de los atletas en los
Juegos Olímpicos fueron en aumento. Los récords se transformaron en algo que
trascendía el honor: eran fama y dinero. Eran gloria mundial. Los deportistas
buscaron superarse sin importar las consecuencias. La ambición desmedida
desembocó en la trampa: se llegó al punto de consumir fármacos prohibidos para
mejorar el rendimiento, sin importar la autoridad del reglamento y -peor aún-
sin conocer sus efectos secundarios o a largo plazo.
La muerte del ciclista danés Knut Jensen en Roma 1960
-las sospechas indican que sucedió por el consumo de una dosis masiva de
estimulantes-, fue el punto de quiebre para el Comité Olímpico
Internacional,
que desde ese momento comenzó a buscar una solución para el dopaje. En México
1968, el sueco Hans-Gunnar Liljenwall inauguró la lista dedoping positivo en
unos Juegos. Pero es una rueda quenunca para. Los nuevos fármacos generan
nuevas pruebas para detectarlos y drogas enmascaradoras que tapen el consumo
del atleta.
Valga esta introducción como punto de partida. ESPNdeportes.com los invita a que se acomoden, y
lean, a continuación, el relato de algunos de los casos de doping positivo más
llamativos de la historia olímpica.
QUE PAREZCA UN ACCIDENTE
Desde un nacimiento hasta un velatorio, un accidente de tránsito es una buena coartada para evitar cualquier tipo de cita que uno tenga y no quiera ir. Ya sea porque no le cae bien algún convocado o porque no esté seguro que podrá pasar un control antidoping. Este último caso tiene un ejemplo en Atenas 2004 con los griegos Kostas Kenteris y Ekaterini Thanou.
Desde un nacimiento hasta un velatorio, un accidente de tránsito es una buena coartada para evitar cualquier tipo de cita que uno tenga y no quiera ir. Ya sea porque no le cae bien algún convocado o porque no esté seguro que podrá pasar un control antidoping. Este último caso tiene un ejemplo en Atenas 2004 con los griegos Kostas Kenteris y Ekaterini Thanou.
Medallistas en Sidney 2000, días antes del comienzo de
los Juegos Olímpicos de Atenas fueron citados a un control antidoping, pero se
mantuvieron "prófugos" y reaparecieron el primer día de competición,
justificando sus desapariciones con un accidente de moto. Hasta el 2011 se
mantuvieron las investigaciones para comprobar la veracidad de los hechos.
Nunca se pudo.
En mayo de ese año, los condenaron a 31 meses de
cárcel por fingir pero, cuatro meses mas tarde, fueron liberados de culpa y
cargo por falta de pruebas en su contra. Los siete médicos que atendieron a los
deportistas en la noche del siniestro y los dos testigos del accidente, que
habían sido condenados, también fueron absueltos. Sin embargo, el ex entrenador
de los dos atletas, Christos Tzekos, fue condenado a 12 meses de cárcel por
posesión de sustancias prohibidas, aunque ha sido dejado en libertad bajo
fianza.
En 2006 Kenteris y Thanou reconocieron haber evitado
tres controles de antidopaje por lo que se les prohibió participar durante dos
años.
YO, TÚ, ÉL, NOSOTROS...
Diego Armando Maradona fue suspendido por doping positivo en dos ocasiones. En 1991, por cocaína, jugando para el Napoli, y en 1994, por efedrina, lo que significó su despedida del Mundial de Estados Unidos. Tres años más tarde decidió contratar como entrenador al hombre del caso más famoso de dopaje en los juegos olímpicos, Ben Johnson.
Diego Armando Maradona fue suspendido por doping positivo en dos ocasiones. En 1991, por cocaína, jugando para el Napoli, y en 1994, por efedrina, lo que significó su despedida del Mundial de Estados Unidos. Tres años más tarde decidió contratar como entrenador al hombre del caso más famoso de dopaje en los juegos olímpicos, Ben Johnson.
Jamaiquino, nacionalizado canadiense, rompió el record
de los 100 metros llanos en dos oportunidades, la última en la final de Seúl
1988 con un tiempo de 9,79 segundos. Tres días más tarde fue despojado de su
medalla porque se encontró esteroide Stanozolol en su examen de orina. Carl
Lewis, segundo en la carrera, fue quien se quedó con la dorada.
Pero la historia no termina allí. El Comité Olímpico
de Estados Unidos (COEU) encubrió, entre 1988 y 2000, a 11 atletas
estadounidenses que habían dado positivo en pruebas antidopaje, entre los que
figuraban Lewis, ganador de nueve medallas doradas. La acusación fue hecha en
2003 y procede del doctor Wade Exum, quien dirigió la oficina antidopaje del
COEU desde 1991 hasta 2000. Pero Lewis fue liberado de culpa y cargo por el
mismo comité bajo el argumento de "uso inconsciente".
LA GRAN PESADILLA AMERICANA
En la Agencia Federal de Prisiones de Estados Unidos figura con el Nº 84868-054. Durante seis meses tuvo a su disposición la pista de 400 metros de la prisión federal de Bryan, estado de Texas, que está iluminada pero sin flashes, sin público, ni aplausos.
En la Agencia Federal de Prisiones de Estados Unidos figura con el Nº 84868-054. Durante seis meses tuvo a su disposición la pista de 400 metros de la prisión federal de Bryan, estado de Texas, que está iluminada pero sin flashes, sin público, ni aplausos.
Marion Jones ganó tres oros en Sidney |
Marion Jones mintió y pagó. El 5 de octubre de 2007,
La ex atleta confesó haber consumido tetrahidrogestrinona (THG), más conocida
como The Clear (El Claro, bautizado así porque no dejaba rastro), en la previa
de Sidney 2000. Durante esos Juegos Olímpicos, la estadunidense logró tres
medallas doradas (100 m, 200 m y 4x400 m) y dos de bronce (salto en largo y
4x100 m). Luego de su relato de sinceridad, con lágrimas en las mejillas, todo
cambió. También fue acusada de perjurio en un caso criminal por fraude y lavado
de dinero en el que estuvo vinculado su ex compañero Tim Montgomery.
Seis meses de prisión, dos años de libertad
condicional y 800 horas de trabajo comunitario fue la sentencia que debió
cumplir a sus 32 años. Vale aclarar que durante los siete años entre las
medallas y la confesión muchas investigaciones la culpaban de doping positivo.
Pero nunca se comprobó. En 2004, su ex marido, C.J.Hunter, declaró haber visto
como Jones era inyectada a la altura del estomago en la Villa Olímpica de
Sidney. "Y así es como, con gran vergüenza, me presento ante ustedes y les
digo que he traicionado su confianza", fue la ultima frase de su
testimonio, con el cual el sueño americano se transformó en pesadilla.
EL DESASTRE ORGANIZADO DE ALEMANIA ORIENTAL
En los años '70 y '80, Alemania Oriental logró mejorar notablemente la performance de sus atletas en los Juegos Olímpicos. De hecho, con la nadadora Kornelia Ender como bandera, fue una de las naciones con mejor actuación en los Juegos de Montreal, en 1976.
En los años '70 y '80, Alemania Oriental logró mejorar notablemente la performance de sus atletas en los Juegos Olímpicos. De hecho, con la nadadora Kornelia Ender como bandera, fue una de las naciones con mejor actuación en los Juegos de Montreal, en 1976.
Con el tiempo se supo que miles de atletas del Este
recibían esteroides y sustancias que mejoraban su rendimiento, sobre todo para
demostrar su superioridad sobre el oeste. Muchos de los deportistas pensaban
que estaban tomando vitaminas... No era así. Y expusieron su organismo y su
salud a un tratamiento que podía generarles cáncer, malformaciones,
infertilidad, cambios hormonales y hasta una muerte prematura.
Tras la caída del Muro de Berlín, en 1989, varios de
los involucrados salieron a confesar su dopaje, parte de los planes del
gobierno para lograr medallas y generar una identificación nacional a partir
del deporte. La propia Ender dijo que recibía inyecciones desde los 13 años.
Otra nadadora, Barbara Krause, sostuvo que no la dejaron participar de los
Juegos del '76 porque los médicos habían calculado mal la cantidad de drogas
que le habían aplicado y temían que diera positivo en un control.
Finalmente un tribunal alemán decretó que la máxima
autoridad del deporte en Alemania Oriental, Manfred Ewald, y el médico Manfred
Hoeppner eran culpables por "dopaje sistemático en deportes
competitivos".
FIESTA, QUÉ FANTÁSTICA, FANTÁSTICA ESTA FIESTA
"Tenía un índice tan alto de testosterona porque la noche anterior había hecho cuatro veces el amor y además me había tomado unas cervezas", confesó el atleta Dennis Mitchell. El nivel de testosterona de una persona aumenta cuando ésta está excitada sexualmente. Cuando secreta semen, gasta la testosterona, pero pone en marcha un mecanismo de feedback positivo: los testículos generen mucha más testosterona que la que el organismo necesita. Es lo que el estadunidense Mitchell, de 32 años, explicó para justificar el doping positivo que tuvo en julio de 1998.
"Tenía un índice tan alto de testosterona porque la noche anterior había hecho cuatro veces el amor y además me había tomado unas cervezas", confesó el atleta Dennis Mitchell. El nivel de testosterona de una persona aumenta cuando ésta está excitada sexualmente. Cuando secreta semen, gasta la testosterona, pero pone en marcha un mecanismo de feedback positivo: los testículos generen mucha más testosterona que la que el organismo necesita. Es lo que el estadunidense Mitchell, de 32 años, explicó para justificar el doping positivo que tuvo en julio de 1998.
Kenteris y Thanou evitaron competir en Atenas '04 |
Pero le faltó un detalle científico para que la
coartada de su "reunión nocturna" se sostuviera. El nivel de
testosterona no se mide en valores absolutos cuando se analiza la orina en un
control antidopaje, sino en su relación con la epitestosterona, otra sustancia
producida por el organismo. En una persona sana, esa relación en la orina suele
ser de 1:1 o 1,5:1. Pero en este caso se elevó a 6:1, claro y evidente que el
atleta recurrió a testosterona externa. Mitchell obtuvo la medalla de bronce en
los 100 metros en los Juegos Olímpicos de 1992.
Paradójicamente, en 1998, momento del dopaje, era el
presidente del Comité de Atletas de la Federación de Atletismo de Estados
Unidos, una entidad que lucha contra las drogas en el deporte. Es por eso que
el caso se puso en manos de la IAAF, quien lo sancionó con dos años sin
competencia oficial. Tiempo
suficiente para más noches de amor y alcohol.
EL TAMAÑO IMPORTA
Más de uno habrá pensado en probarlo en alguna ocasión. Pero también, más de uno duda si realmente funciona. Eso sí, que al consumirlo te dé doping positivo ya corresponde a una historia de película. Entonces LaShawn Merrit tendría que mudarse a Hollywood. Es que el estadounidense, actual récord olímpico en los 400 metros, tuvo la desafortunada elección de probar la calidad de ExtenZe, producto cuyo fin es el alargamiento del pene. Su record lo consiguió en los últimos juegos, Beijing, con un tiempo de 43,75 segundos, con la cual se sitúa en el 6to lugar en el ranking de todos los tiempos.
Más de uno habrá pensado en probarlo en alguna ocasión. Pero también, más de uno duda si realmente funciona. Eso sí, que al consumirlo te dé doping positivo ya corresponde a una historia de película. Entonces LaShawn Merrit tendría que mudarse a Hollywood. Es que el estadounidense, actual récord olímpico en los 400 metros, tuvo la desafortunada elección de probar la calidad de ExtenZe, producto cuyo fin es el alargamiento del pene. Su record lo consiguió en los últimos juegos, Beijing, con un tiempo de 43,75 segundos, con la cual se sitúa en el 6to lugar en el ranking de todos los tiempos.
En octubre de 2009, un análisis le dio positivo por
ingerir DHEA, considerado la hormona de la juventud, sustancia que contiene el
fármaco. La suspensión fue por dos años. Pero en agosto del año siguiente,
participó del mundial de atletismo en Daegu, después de que la Federación
Estadounidense de Atletismo (USATF) haya considerado su solicitud. Él mismo lo
definió como un error "tonto, inmaduro y egoísta". Sincero en su autocritica.
Fuente: ESPN
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