Científicos recomiendan difundir información sobre la cantidad de energéticos
que recibe el cuerpo a partir del consumo de bebidas azucaradas y afirman que
el agua es la mejor opción para beber.
Para quemar las 250 calorías que contiene una
lata de refresco es necesario correr una hora, sus efectos secundarios no se
eliminan tan sencillamente como el simple hecho de tomar la bebida.
Desde su perspectiva, el agua le lleva una
gran ventaja a los néctares y gaseosas cuando queda claro que los líquidos
también pueden engordar.
"La mayoría de la gente subestima el
número de calorías que consume", indican los autores de la investigación.
Integrantes de la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health, publicaron
estos datos en las páginas de la revista 'American Journal of Public Health'.
Los especialistas tuvieron como objetivo
"examinar si por proporcionar información de forma clara y comprensible
sobre la energía era capaz de reducir la compra de determinados productos, como
las bebidas azucaradas, entre los adolescentes".
Cuatro tiendas de la ciudad de Baltimore
(Estados Unidos) permitieron que los científicos realizaran su experimento. Su
primer paso fue medir la cantidad de bebidas azucaradas que compraban
frecuentemente los jóvenes de la zona. Inmediatamente después colocaron carteles
informativos al lado del almanaque que exhibía los productos para evaluar sus
efectos.
La primera publicidad informaba sobre el
aporte energético que tiene una lata de este tipo. "¿Sabías que una
botella de soda o néctar tienen unas 250 calorías?", dictaba la leyenda de
un cartel.
La segunda se enfocó en el porcentaje de las
necesidades diarias que se completaban con esta ingesta. "¿Sabías que
quemar una botella de refresco lleva aproximadamente 50 minutos de
carrera?".
La información recabada por los
investigadores se logró a partir de unas mil 600 compras de bebidas realizadas
por jóvenes principalmente de raza negra con edades de los 12 a los 18 años.
Como resultados de la prueba, los tres
mensajes lograron reducir el consumo de bebidas azucaradas e incrementar el del
agua. La información que más impactó a los jóvenes fue la que anunciaba la
cantidad de ejercicio necesario para quemar las calorías de un refresco.
"Proporcionar datos claros sobre la
cantidad de energía que se consumen, sobre todo si se muestra la cantidad de
actividad física equivalente, resultó una estrategia efectiva para reducir la
ingesta de calorías obtenidas a través de las bebidas azucaradas", indican
los expertos en la publicación.
De acuerdo con sus conclusiones, "es
necesario explorar las estrategias más efectivas para presentar la información
calórica a los consumidores para que comprendan las consecuencias que implica
tomar un producto determinado".
Fuente: terra.com
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