Un vientre tonificado alargará nuestra zancada y
absorberá el impacto de nuestros pasos, incrementando los beneficios de cada
entrenamiento. Te mostramos los mejores abdominales para que nada te impida
mejorar.
Para convertirnos en un buen corredor, el trabajo
físico que realicemos no puede reducirse única y exclusivamente a desarrollar
las piernas y los pulmones. En nuestro organismo, existen grupos musculares
complejísimos que actúan de forma encubierta (o no tan encubierta) y que
soportan una impresionante carga en nuestros entrenamientos. Los músculos
abdominales funcionan como una auténtica estructura sobre la que se articula el
peso del tronco, y cumplen importantísimas funciones:
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Mejoran la respiración: Cuando
ejercitamos nuestros abdominales conseguimos expulsar todo el aire de nuestros
pulmones, evitando que quede en ellos aire empobrecido y dejando espacio para
mayor cantidad de aire limpio. La respiración es mucho más rica y podremos
llevar un ritmo preciso con unos potentes abdominales.
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Equilibran el organismo: Casi
todas las personas presentan una seria descompensación popa-proa; nuestra
musculatura lumbar suele estar bastante más desarrollada que la abdominal, ya
que la primera entra en juego en casi cualquier movimiento de tronco que
realizamos. Desarrollar la parte de adelante nos ayuda a alcanzar un equilibrio
físico, idóneo para runners. La ausencia de fuerza en los abdominales conduce
directamente a la escoliosis, lordosis y otras molestas dolencias de espalda.
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Conducen la fuerza: Para
evitar que nuestra columna cargue con todo el peso de mantener el equilibrio
del cuerpo y que el tronco no se desestabilice en el transcurso de cualquier
ejercicio. Los abdominales actúan como complemento de casi cualquier ejercicio
realizado con el tronco. Por ello, mantienen la postura manteniendo erguido
nuestro cuerpo sin sacrificar el resto de nuestro organismo, disminuyendo el
riesgo de lesión y economizando la energía durante la carrera.
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Protegen los órganos: Una
buena musculatura en los abdominales actúa de escudo y estructura para todos
los órganos internos, algo fundamental para esta zona desprotegida por la
ausencia de estructura ósea. Es fundamental tener una buena "jaula"
para evitar golpes o movimientos violentos en nuestro interior. Una lesión muy
común entre corredores es el dolor de espalda (lumbalgias, dorsalgias,
cervicales, etc.). Muchas veces, esta lesión proviene de una pobre musculatura
abdominal, por lo que, de entre todos los ejercicios de abdominales que
conocemos hay que elegir aquellos que sean efectivos para eliminar el dolor de
espalda. La realización de estos ejercicios se puede hacer incluyendo el ritmo
respiratorio. El ejercicio de movilidad se realiza con la fase espiratoria pues
es la de mayor relajación miofascial. Deben ser ejercicios indoloros, sin
forzar los recorridos más allá de donde podamos hacerlos de forma fluida. Para
ello, hemos de realizar estos ejercicios vigilando siempre la salud de la
espalda, con las piernas flexionadas para que nuestras lumbares siempre estén
en contacto con el suelo.
Fuente:
Runners
Foto:
Fuente Externa
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