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| Linda Sweeney |
Linda
Sweeney es un caso único en la historia del Ironman de Hawaii. Es la única
triatleta que ha disputado un solo Ironman en su vida, que lo ha hecho en
Hawaii en su estreno, que ha ganado y que no ha vuelto a participar en otro
Ironman.
Esta deportista estadounidense es un caso singular, ya que fue a
Hawaii para probar el triatlón, ganó en la meca de este deporte y decidió no
volver.
Linda recuerda haber leído en 1979 un artículo en un número de
Sport Ilustrated que se refería a
Tom Warren, ganador en 1979. Linda era
nadadora de alto nivel, pero solía correr con asiduidad ya que su novio, Thom
Hunt, récordman estadounidense de 10.000 en esa época con 28.12, le había
metido el gusanillo de la carrera.
En
1981 decidió inscribirse en el Ironman de Hawaii, aunque en principio me sonaba
“ridículo que pudiera hacer esas distancias”. Sin embargo, a los 22 años
decidió participar: “No sabía cuál sería mi comportamiento en carrera, cuál era
mi forma física, pero cuando tomas una decisión debes ser coherente e ir a
muerte a por ella. No tenía ni una bici. Comencé a entrenar sin ningún tipo de
plan, lo único que tenía pensado es que cada día haría dos de los tres deportes
pero sin nada planificado detalladamente
Se compró una bicicleta de 200 dólares y se fue a Hawaii dos días
antes de la competición: “Me puse a nadar sin pensar, sólo quería disfrutar y
sin saber ni como era el recorrido, para mí era mejor no saber lo que me
esperaba para que no me atrapara la negatividad”.
En el ciclismo tuvo la mayor complicación ya que no sabía “cambiar
las marchas, yo solía entrenar con una bici con una marcha para llano y otra
para subir y punto y hasta con cesta delante a veces”.
Con todo acabó en 6:53 los 180 km de ciclismo y la maratón en 4:04
y ganó el cuarto Ironman de Hawaii de la historia
Después de esta hazaña se convirtió en una estrella a la que
llamaban de todos los medios de comunicación pero decidió no volver a competir
en ironman. “La verdad es que odiaba correr, no disfrutaba nada, siempre me
resultó un inconveniente”. Y cuanta una anécdota cuando un día “con un grupo de
astronautas a los que admiraba me decían que era imposible hacer un ironman y
yo lo que veía imposible era ser astronauta, lo otro no fue tan difícil”
Fuente: Diariodeltriatleta.es
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